viernes, 28 de marzo de 2008

En las nubes

Tumbada sobre negros nubarrones de tormenta, dejo que mis dedos colgantes se enganchen en jirones de fría y húmeda niebla mientras decido qué hacer con todo lo que me rodea, conmigo misma. ¿He de arrojarme al abismo que veo al fondo y terminar con todo? ¿O mejor me dedico a juguetear con los rayos y centellas que chispean a mi alrededor, esperando que los lance hacia abajo?
Cuidado, soy la diosa de la tormenta y estoy hastiada del mundo, hoy quizá suene un trueno encima de tu cabeza y sea el anuncio de tu inminente destrucción.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Oveja negra

No me importa ser la oveja negra así que dejad ya de repetirlo porque no me hacéis daño en lo más mínimo. Vosotras, tiernas ovejitas blancas, podéis seguir pastando en vuestra amplia pradera verde llena de florecillas de colores mientras el sol de la ignorancia y la simplicidad os ilumina. Yo, la fea y silenciosa oveja negra, iré a probar suerte a aquella cueva húmeda y oscura que hay en lo alto. Quizá caiga barranco abajo o quizá halle en su interior un preciado tesoro lleno de sabiduría y serenidad; da igual, a ninguna de vosotras os va a importar y hace tiempo que ya no escucho las palabras de ningún pastor, por mucho que de vez en cuando quiera asustarme con sus perros.

sábado, 15 de marzo de 2008

Una tarde solitaria

Me gustaría vivir en el mundo de hadas en el que está el resto de la gente. Quisiera tener ganas de sonreirle al sol en primavera, de corretear por el campo, de jugar bajo una manguera que salpique agua fresca, de ponerme un vestido de colores y unas gafas de sol y recorrer la ciudad...
Pero la verdad es que en mi mundo siempre llueve y a veces truena. No tengo ganas de sonreir. Nunca me peino y bebó té amargo en grandes tazas viejas mientras cruzo los pies encima de la mesa y contemplo los nubarrones de fuera. Nadie viene a verme nunca porque mi torreón es demasiado difícil de alcanzar. ¿Alguien quiere atravesar mi oscuro jardín para tocar la puerta de mi casa?

miércoles, 12 de marzo de 2008

La selva

¡Por favor, que alguien me deje salir de aquí! Los comentarios me atrapan, las palabras envenenadas y llenas de envidia trepan por mis pies y me afianzan a un terreno pantanoso en el que me voy hundiendo por el peso de mi ingenuidad. Elevo los ojos implorando ver el cielo azul y despejado pero sólo me encuentro con los rostros impasibles de los que ven que penetro lentamente en el cieno de la confianza y no hacen nada por ayudarme.
Me vengaré de todos vosotros. Estoy viendo vuestras manos mancillando mis enmarañados cabellos mientras me empujáis hacia el fondo, siento las puntas de vuestros dedos entrando en mis ojos, me apretáis las mejillas con vuestras garras para que no pueda gritar y pedir ayuda.
Está bien. Dejo de moverme y me hundo, me hundo en el fondo de la oscuridad de vuestros corazones. Pero lo que no sabéis mientras os alejáis entre risotadas de orgullo es que resurgiré del fondo de todo ese barro maloliente y que os perseguiré uno a uno, me presentaré ante vosotros cubierta de tierra y agua estancada y os asfixiaré lentamente. Tan sólo esperad.

domingo, 9 de marzo de 2008

Rutina

Llevo más de un mes muerta, sin producir nada, sin aportar, sin rellenar este hueco en blanco que me ofrece el blog y me siento culpable.
Pero, ¿de qué hablar cuando no hay nada interesante, cuando todo es un inmenso mar oscuro, tranquilo y silencioso, a cuya orilla me tumbo lánguidamente, esperando que algo ocurra, que una ola más impulsiva que las demás me lama los pies desnudos?
Tengo que asumir que quizá no puedo aportar nada a los demás, no soy divertida, ni entretenida, ni interesante. Me agarraba a mi creatividad pero parece ser que también me está abandonando...
Dentro de poco no seré yo, sólo una sombra translúcida que todos atravesarán sin darse cuenta de que soy yo...