Esto no es nuevo para mí pero hace tanto tiempo que las ideas no me golpean con tanta fuerza que me encuentro tumbada sobre un colchón de plumas de oca, mirando hacia el cielo despejado que se abre ante mis ojos sorprendidos y maravillados, dejándome sacudir por la inspiración, por las ideas... Veo atisbos de hace mucho, mucho tiempo, en los que era mi estado natural, y sonrío. Vaya...
La Niña de Caramelo asoma detrás de mí y me sopla en la mejilla. Ya sé lo que quiere. Quiere que la deje salir y moverse con libertad, pero me da un poco de miedo. La última vez que la dejé salir, la partieron en dos y decidí que la conservaría para mí pero hace meses de eso... La sonrío y ella deja escapar una carcajada de pura felicidad.
Cierro los ojos y sonrío mientras ella salta entre las nubes, riendo, cazando ideas y tejiéndolas para darles un sentido...
2 consuelos:
¡Vaya, has cambiado la plantilla!
Está guay (:
Uhmmm yo que tú, soltaría a la niña de caramelo, pero con un par de dogos alemanes guardándole las espaldas... jijiji
Muy buenos. Sigue asi Laura. =)
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