jueves, 18 de noviembre de 2010

Bajo tierra

Gris, ceniza, humo. Polvo, metal, ruido.
Caras asimétricas, miradas perdidas, labios llenos de amargura.

Murmullos que se extienden a través del calor de máquinas y cuerpos.
Susurros. Juicios de un segundo, críticas, decisiones.

El indio que canta, el niño que llora, el hombre que no cede su asiento, las chicas que ríen, el trabajador que duerme.

El chirrido de las ruedas metálicas en las vías como canción de cuna de los que están cansados de vivir, de luchar, de sobrevivir.

¡Cuánto tiempo atrapados bajo tierra, cuánto tiempo entre extraños, cuánto tiempo sentada, en pie, subiendo, bajando, entrando y saliendo!

2 consuelos:

Anónimo dijo...

Día a día es lo que se ve, lo que se respira.

Sara dijo...

Me ha gustado :) Un hecho tan cotidiano lo has expresado de una manera muy poética :D

Un besazo :)